sandrag: Recuerdo cuando tenía 18 años recién cumplidos haber hecho un viaje, en vacaciones, al pueblo. Por nada del mundo quería ir, pero mis padres me obligaron porque también iban los primos de estos con sus hijos. Para resumirlo todo y que no se haga pesado, os lo explico rápidamente. Llegamos, hicimos las presentaciones y demás. Eran días de calor y de hablar tonterías hasta que un día que fui al río me encontré por el camino a dos primos lejanos que conocí ese mismo verano. La situación fue algo incómoda pero por educación nos juntamos los tres y fuimos hacia el riachuelo. Una vez allí me puse el bikini y me metí en el agua, y ellos hicieron lo mismo. Tras un baño fuimos a las toallas y sacaron unos petas y, además, una botella de orujo. Fumamos y bebimos. Había muy buen rollo. Tanto, que entre risas y fumeteo empezaron los roces. Y aunque estos personajes eran primos míos, nos dejamos llevar. Yo, muy jovencita (aunque no inocente pero un poco verde), me dejé manosearme y comerme por ellos las tetas con el mini bikini que llevaba, a la vez que me apartaron el tanga. Uno, sin pensárselo dos veces, me puso su dura polla en mi boca y otro de ellos me abría las piernas y me comía el coño mientras me metía los dedos sin parar. Me corrí en varias ocasiones en su boca, e incluso hizo que me meara, salpicándole la cara. Pero él seguía comiéndomelo sin importarle cuántas veces le mojara. Mientras tanto, el otro continuó metiéndome su polla en la boca. Me encantaba tenerla en mi garganta mientras me daban arcadas por metérmela hasta el fondo de ella. También recuerdo cómo me cogía la cabeza y me follaba la boca hasta tal punto que le dejé toda la polla llena de babas. Pero él quería más y yo ya estaba muy excitada. Estaba tan mojada y cachonda que se me caía todo el flujo por los muslos. Quería que me reventaran bien. Cuando me di cuenta, el otro ya me estaba follando duro. La tenía bien gorda y yo le estaba dejando toda la polla empapada. Entonces, me dio la vuelta y empezó a follarme el otro mientras José también me la metía en la boca porque quería una buena chupada por mi parte. Muy salivada, también. No daba abasto, pero cada vez estábamos más y más calientes. Me cambiaron de postura y fue entonces cuando me puse a cabalgar encima de la polla más gorda de todas. Mientras estaba encima le pedía que me comiera las tetas e incluso que me escupiera en ellas o en mi cara. Le cogía su mano y me la metía hasta el fondo de mi garganta mientras caía toda la baba por mis tetas. Manuel intentó abrirme el culo para partirmelo pero todavía no lo tenía bien dilatado. Siguió, despacio, con los dedos. Volvió a intentar meterla un poco pero me dolía, hasta que José me movió y me subió a su boca para comerme otra vez el coño mientras me metía los dedos en el culo. Ahora ya no me dolía tanto porque eso me ponía aún más cachonda. Entonces le dijo a Manuel que me partiera bien el culo hasta que me corriera otra vez. Me bajó para que siguiera follándomelo. Este último, poco a poco, me la iba metiendo por detrás y aunque me dolía notaba que entraba muy suave y bien mojada. Así volví a mearme de gusto en poco rato. Ellos pasaron a follarme a la vez por los dos agujeros sin cesar. Me corrí una y otra vez en sus pollas y alguna vez, cuando esto pasaba, me las sacaba y me las metía a la vez en mi boca para chupar mi propia corrida. Seguí de nuevo y volví a meterme una de ellas por detrás. Notaba un dolor súper placentero. Hasta notaba lo mojada que estaba la polla del otro mientras me la metía y me cogía del pelo. Le pedí que me cogiera del cuello y me ahogara un poco mientras me estuviera follando. Tenía el culo bien abierto y su polla dentro dándome muy fuerte. El coño no me paraba de chorrear e hice que uno de ellos me lo volviera a comer para que se tragara mi corrida. Estaba siendo brutal!!!!!!! No sé cuántas veces me corrí tanto por el culo como por el coño. Tampoco sé cuántas me llegué a mear de placer, y cuántas les salpiqué. Ellos ya querían correrse y yo quería que me llenaran entera. Le cogí a uno la polla y me la metí en la boca hasta que, mientras se la mamaba, notaba cómo salpicaba el interior de mi boca a la vez que yo me metía todo el puño en el coño. Me tragué toda su leche sin pensármelo mientras el otro se corrió dentro de mi culo y eso hizo que yo también me corriera nuevamente. Me levanté y me caía toda su leche del interior de mi culo. Tuvimos que lavarnos bien en el río donde momentos antes nos habíamos estado dando un chapuzón porque estábamos llenos de corrida. Al día siguiente, aún dolorida, volvimos a repetir porque fue una experiencia única. Después me tiré tres días casi sin poder andar de la caña que me habían dado por delante y por detrás. A partir de ahí, mi culo ya dilata más fácilmente. Sólo verlos, les pedía polla!!!!
